- Lavamos y desinfectamos los utensilios y envases que vamos a utilizar.
- Medimos los ingredientes, fase oleosa (aceites, mantecas y emulsionantes) y fase acuosa (agua mineral o destilada, agua florales, infusiones...)
- Necesitamos dos cazos, uno para la fase oleosa y otro para las aguas. Calentamos la fase oleosa al baño maría en un cazo, a fuego lento. Cuando todos los ingredientes estén fundidos apartamos del fuego. No debemos recalentarlos.
- En el otro cazo calentamos el agua, no debemos calentarla demasiado, hasta que este templada. Si vamos a utilizar en la receta ácido cítrico o ácido ascórbico, lo incorporamos ahora al agua y removemos hasta que se disuelva.
- Retiramos del fuego, y si la receta lleva glicerina, la incorporamos ahora a la fase acuosa y mezclamos
- Incorporamos el contenido del cazo de las aguas en el cazo de los aceites. Ambos preparados deben de estar a una temperatura similar. Podemos comprobar la temperatura con un termómetro de cocina.
- Batimos la mezcla hasta que haga emulsión y tenga una consistencia cremosa. Dejamos reposar unos 10 minutos.
- Si lo requiere la receta, añadimos los aceites esenciales, los aditivos (colágeno, vitamina E, elastina, ácido hialurónico,extractos de plantas...).
Podemos comprobar el PH con tiras o un aparato para tal fin y regularlo con ácido láctico o ácido cítrico. El PH debe estar entre 5 y 5,5.
- Añadimos los conservantes y mezclamos.
- Por último envasamos.
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